
Ser mamá definitivamente te cambia la vida.
Dejas de pensar en ti para pensar en doble, en triple…
Es un antes y un después.
Te hace comprender y admirar más a tu madre.
Es descubrir ese amor como no te imaginabas que existía.
Ser mamá te llena de fortalezas.
Cada una hace lo mejor que puede.
Con ese sentimiento de querer siempre dar más.
Y aunque no somos perfectas, nuestras madres, nuestras abuelas… si lo son.
Esta es mi mejor foto. La que reúne tres generaciones.
Representa la admiración por mi madre y la suerte de tenerla.
Representa mi aventura de ser mamá y aprender juntas en este camino.
La vida está llena de momentos y llena de fotos.
Y las fotos duran toda la vida.
El día que no estén, el día que no estemos, quedarán sensaciones, historias, recuerdos, y van a quedar las fotos.
Si tenés mucho para decirle a tu mamá y no encontrás las palabras, lo podés hacer con fotos.